28th Oct 2024
Érase una vez un pequeño osito llamado Bruno. Bruno era suave y tenía un abrigo marrón brillante que brillaba al sol. Un día, decidió explorar el gran bosque donde vivía, pero se perdió. Su corazón latía rápido, y solo quería encontrar a su mamá.
Mientras Bruno buscaba a su mamá, se encontró con una linda ardilla llamada Lila. Lila tenía ojos brillantes y un pelaje suave. Le dijo a Bruno: "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar a tu mamá". Juntos comenzaron a explorar los árboles.
Bruno y Lila caminaron un rato, cuando de repente escucharon un ruido. Era un búho sabio llamado Don Alfredo. Tenía plumas grises y grandes ojos amarillos. Preguntó: "¿Por qué estás triste, pequeño osito?" Bruno le explicó su situación y Don Alfredo decidió ayudar.
"Sigue el camino de las flores brillantes y llegarás al lago", dijo Don Alfredo. Bruno y Lila agradecieron al búho y siguieron su consejo, llenos de esperanza en el corazón.
En el camino, vieron a un simpático conejo llamado Paco. Paco era blanco como la nieve y tenía largas orejas. Les dijo: "Yo sé dónde vive tu mamá, pequeño osito. Ven, síganme a la colina".
Bruno, Lila y Paco subieron la colina mientras cantaban. Era una canción dulce y feliz, que resonaba entre los árboles. "Bruno, no te rindas. Tu mamá te encontrará", decían mientras reían.
Al llegar a la cima, encontraron un hermoso paisaje. Podían ver el lago que les había mencionado Don Alfredo. Bruno sintió una gran emoción. "¡Mi mamá debe estar cerca!" dijo con una sonrisa.
Al llegar al lago, Bruno vio su reflejo en el agua. Entonces escuchó un suave rugido. ¡Era su mamá! Ella estaba buscando a Bruno con mucho amor y preocupada por su pequeño.
Bruno corrió hacia su mamá y la abrazó con fuerza. Lila y Paco estaban felices por él. La mamá de Bruno les agradeció por cuidar de su pequeño durante su aventura.
Bruno aprendió que aunque a veces te sientes perdido, siempre hay amigos que te ayudarán a encontrar el camino a casa. Y juntos, volvieron felices al bosque, llenos de historias que contar.