28th Oct 2024
En un denso bosque verde, había un loro llamado Lolo. Era un loro colorido con plumas brillantes en tonos de azul y verde. Cada mañana, se posaba en la rama más alta de un árbol. Desde allí, miraba a todos los animales que pasaban, deseando contarles algo especial.
Un día, Lolo decidió que quería compartir historias. Se preparó y practicó, pensando en aventuras mágicas y personajes divertidos. Los animales del bosque notaron que Lolo siempre parecía tener algo interesante que decir. Así que un grupo de ellos decidió acercarse a escuchar.
Entonces, Lolo organizó su primer cuento bajo la gran sombra de un roble. Los animales se acomodaron, curiosos y emocionados. Lolo comenzó a narrar una historia sobre un cohete que voló a la luna. Los ojos de los animales brillaban de asombro y risa mientras Lolo contaba.
Con cada historia, más y más animales venían a escuchar a Lolo. Había ciervos, conejos y hasta zorros. Lolo se volvía más creativo y mantenía a todos entretenidos, aplaudiendo y riendo. Se convirtió en el contador de cuentos del bosque, amando su nuevo papel.
Eventualmente, Lolo no solo contaba cuentos, sino que también inventaba nuevas historias con la ayuda de sus amigos. Los animales aprendieron sobre la importancia de la imaginación y la amistad. Y así, cada día, bajo el gran roble, se contaban historias mientras el sol se ponía en el horizonte.