7th Apr 2025
En un alegre pueblo llamado Salud y Felicidad, todos disfrutaban de un delicioso pastel de frutas. "¡Mmmm, cómo me gusta!" dijo Clara, mientras masticaba una rebanada llena de fresas y arándanos. Pero Enfer, un niño travieso con una gran sonrisa y ojos brillantes, miraba desde la distancia. Él suspiró y murmuró, "Esto no es justo. ¡Quiero dulces, no verduras!" Entonces, conoció a unos extranjeros que ofrecieron chocolates y dulces a cambio de que él los ayudara a destruir el jardín mágico que daba vida a su hogar.
Pronto, Enfer se encontró rodeado de frutas marchitas y verduras muertas. Al principio, disfrutaba de su nueva vida llena de dulces. Sin embargo, después de algunos días, se sintió débil y enfermo. Su estómago dolía y no podía jugar. Mirándose en el espejo, dijo: "¡Me equivoqué! Necesito aprender sobre la buena alimentación para curarme y ayudar a otros como yo. ¡Haré todo lo posible para restaurar el jardín y sembrar la esperanza!".