El Guardián de las Estrellas

Un niño llamado Leo siempre ha soñado con las estrellas. Las miraba desde su ventana cada noche y se preguntaba qué secretos escondían. Las estrellas brillaban con fuerza, parpadeando en el cielo como si quisieran hablarle. Un día, mientras jugaba en su habitación, vio algo brillante en el suelo. Era una carta que había caído del cielo.

Siguiendo la luz brillante, Leo fue guiado a un claro en el bosque. Allí, encontró a la constelación, que tenía forma de un hermoso unicornio. Este unicornio le explicó que había un ser oscuro que quería apagar las estrellas. Leo sintió un escalofrío, pero sabía que debía ayudar.

Al llegar a la oscuridad donde se encontraba el ser maligno, Leo sintió que su valentía lo llenaba. A pesar de su pequeño tamaño, se enfrentó al ser oscuro. "¡No apagues nuestras luces!" gritó. La voz de su valentía resonó en el aire, haciendo temblar al ser.

Con ese brillante amor, Leo lanzó un rayo de luz estelar hacia el ser oscuro. Para su sorpresa, el ser empezó a desvanecerse. "No me detendrás", chilló, pero Leo nunca dudó. La luz de las estrellas lo rodeaba, y le daba fuerza.

Cuando regresó a casa, Leo ya no era el mismo. No solo había salvado las estrellas, sino que había encontrado su lugar en el universo. Desde ese día, Leo miró al cielo con nuevos ojos, sabiendo que siempre sería el Guardián de las Estrellas.