28th Oct 2024
Había una vez un conejo llamado Ramón. Ramón era un conejo curioso y elegante. Un día se enteró de la fiesta del bosque. Todos los animales iban a lucir sus mejores trajes. Ramón quería encontrar el sombrero perfecto para asistir.
Ramón recorrió el bosque con sus grandes orejas en alto. Primero se encontró con la tortuga Tita. Tita tenía un sombrero de flores muy bonito. "¿Me dejas probarlo?" preguntó Ramón. La tortuga se rió y dijo: "¡Claro, pero ten cuidado!"
Ramón se colocó el sombrero, pero el viento lo voló lejos. "¡Oh no!" gritó Ramón, mientras corría tras del sombrero en vuelo. Se metió entre los arbustos y saltó sobre una piedra, pero no podía alcanzarlo. Tita le ofreció ayuda: "Te diré un secreto, ¡tienes que ser rápido!"
Después, Ramón encontró al búho Óscar, que tenía un sombrero de plumas. "Óscar, ¿puedo probármelo?" preguntó Ramón con emoción. Pero al ponérselo, el sombrero era tan pesado que lo dejó caer. "¿Cómo puedo llevar un sombrero tan grande?" se lamentó.
Finalmente, Ramón vio un sombrero brillante en el árbol. Era el sombrero perfecto, pero estaba muy alto. Respiró hondo y se subió a la tortuga Tita para alcanzarlo. Con un gran salto, Ramón logró agarrar el sombrero. ¡Era el más bonito de todos! Y así, Ramón asistió a la fiesta del bosque con su nuevo sombrero.