28th Oct 2024
En un hermoso jardín, había muchas flores. Las flores eran de colores brillantes: rojas, amarillas y azules. Una niña llamada Sofía amaba jugar allí. Ella siempre se sentía feliz entre sus flores. Un día, mientras jugaba, escuchó un suave susurro.
Las flores estaban hablando. "Hola, Sofía!" dijeron. "Nos alegra verte aquí." Sofía se sorprendió mucho. Nunca había oído a las flores hablar. Sonrió y se acercó a ellas. "¿Qué cuentan?" preguntó con curiosidad.
"Nosotros contamos historias mágicas," dijo una rosa roja. "Como la historia de la luna y las estrellas." Sofía estaba emocionada. Se sentó entre las flores, lista para escuchar. Las flores empezaron su historia con voces suaves y melodiosas.
"Había una vez una luna brillante que se sentía sola. Ella deseaba tener amigos. Una noche, decidió hablar con las estrellas. "¿Quieren jugar conmigo?" preguntó la luna. Las estrellas sonrieron y dijeron: "¡Sí!"
Sofía imaginaba la luna feliz. "¿Y qué hicieron después?" preguntó. Las flores continuaron. "Ellas jugaban cada noche, danzando en el cielo. Crearon luces que llenaron la noche de magia". Sofía sonrió, soñando con esa escena.
Luego, una flor amarilla dijo: "También hay historias de un pequeño pez dorado. Él deseaba conocer el mundo fuera del agua! Un día, saltó y exploró las maravillas de la tierra". Sofía se imaginó al pez nadando alegremente.
"El pez vio muchos colores: árboles verdes, flores hermosas y el cielo azul. Hizo amigos nuevos, ranas y mariposas. Pero pronto extrañó el agua", continuó la flor.
Sofía pensó en la valentía del pez. "¿Volvió al agua?" preguntó. Las flores asintieron. "Sí, ¡y fue feliz en su hogar otra vez! Le contó a todos sus amigos sobre el mundo".
Después de muchas historias, el sol comenzó a ponerse. Sofía sabía que era hora de irse. "Gracias, flores, por contarme historias mágicas", dijo con una gran sonrisa.