28th Oct 2024
Una vaca soñadora llamada Luna vivía en una granja tranquila. Siempre miraba por la cerca y soñaba con ver el mundo más allá de los campos verdes. Un día, decidió que era el momento de explorar. Con un salto ágil, salió por un pequeño agujero en la cerca, llena de emoción y curiosidad.
Luna caminó y caminó hasta que llegó a un bosque frondoso. Allí se encontró con un grupo de conejos. Los conejos eran muy rápidos y alegres. "¡Hola, Luna!" dijeron, "¿quieres jugar con nosotros?" Luna se unió a ellos y aprendió a saltar, sintiéndose ligera y feliz.
Después de jugar, Luna siguió su camino y llegó a un lago brillante. Allí conoció a una tortuga sabia. "¡Hola, Luna!" dijo la tortuga, "el mundo está lleno de maravillas. ¿Sabías que las estrellas brillan por la noche?" Luna escuchó atentamente y decidió que quería ver las estrellas esa noche.
Al caer la tarde, Luna llegó a una colina alta. Desde allí, podía ver toda la granja y más allá, las montañas doradas. Cuando cayó la noche, miró al cielo y vio miles de estrellas. Se sintió pequeña, pero también muy feliz. Pensó en lo mucho que había aprendido y en los amigos que había hecho.
Finalmente, después de su gran aventura, Luna decidió regresar a la granja. Al llegar, sus amigos la recibieron con alegría. Luna les contó historias sobre los conejos, la tortuga y las estrellas. Desde ese día, nunca dejó de soñar, porque ahora sabía que el mundo era un lugar lleno de sorpresas y amistad.