28th Oct 2024
Era una hermosa mañana de primavera y la tortuga Tina decidió participar en la gran carrera del bosque. Tina era una tortuga muy amable con un caparazón de colores vivos. Se despertó con un gran sueño y una sonrisa en su rostro. Los animales del bosque se preparaban para la carrera con mucha emoción.
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Los días pasaron y Tina entrenaba todos los días. Hacía estiramientos, caminaba lentamente y se aseguraba de estar lista. Un día, conoció a un veloz conejo llamado Ruso. Ruso se reía de ella y decía: "¡Tina, nunca ganarás a un conejo como yo!". Tina sonrió y siguió entrenando.
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El día de la carrera llegó y todos los animales se reunieron. Había ardillas, ciervos y, por supuesto, el veloz conejo Ruso. Tina estaba emocionada pero un poco nerviosa. Se puso en la línea de salida y sintió la brisa de la primavera acariciar su caparazón.
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¡Pum! ¡La carrera comenzó! Ruso saltó rápidamente y se alejó corriendo. Todos los animales animaban. Tina, con sus cortos pasos, avanzaba lentamente pero con firmeza. El conejo reía y se burlaba, pero Tina seguía adelante.
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De repente, Ruso se sintió cansado y decidió descansar bajo un árbol. "¿Por qué seguir adelante si puedo dormir?", pensó. Tina, en cambio, siguió caminando lentamente y disfrutando del paisaje.
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Mientras avanzaba, Tina conoció a muchos animales. Hizo amigos, como la simpática ardilla Sofía y el ciervo Daniel. Cada vez que decía "hola", su sonrisa crecía más. El bosque era hermoso, lleno de flores y melodías de pájaros.
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Después de un rato, Ruso se despertó y comenzó a correr de nuevo. Pero, ¡oh sorpresa! La carrera estaba casi terminando. Ruso había dormido más tiempo del que pensaba. Vio a Tina acercándose y se asustó.
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Tina, sin darse cuenta, estaba muy cerca de la meta. Su arduo esfuerzo y perseverancia valieron la pena. Todos los animales la animaban, gritando su nombre. "¡Vamos, Tina!", gritaban con alegría.
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Finalmente, Tina cruzó la línea de llegada. No fue la primera, pero todos la ovacionaron. Ruso, sorprendido, se acercó a ella y dijo: "¡Lo lograste, Tina! Eres increíble". Tina sonrió y le respondió: "La lentitud también puede ser hermosa".
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Días después, el bosque celebró la carrera con una gran fiesta. Había pastel, juegos y música. Tina y Ruso se hicieron buenos amigos. Comprendieron que lo importante no era ganar, sino disfrutar del camino y los amigos que hicieron.
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