28th Oct 2024
Había una vez un pequeño árbol en el bosque. Era pequeño y delgado, con hojas verdes brillantes. Todos los árboles altos se reían de él. El pequeño árbol soñaba con ser gigante, como ellos. Así pasaba los días bajo el sol, deseando crecer más rápido.
Un día, un viejo roble se acercó al pequeño árbol. '¿Por qué estás tan triste?' preguntó el roble. 'Quiero ser grande y fuerte como tú', respondió el pequeño árbol. El roble sonrió y le contó historias de su vida. 'Es maravilloso ser grande, pero ser pequeño también tiene su magia.'
El pequeño árbol escuchó atento. El roble le habló de cómo las aves hacían nidos en sus ramas. 'Yo no puedo hacer eso', dijo el pequeño árbol. 'Pero tú puedes acoger a los pequeños pájaros. Ellos ven en ti un hogar seguro', explicó el roble. Entonces el pequeño árbol se dio cuenta de que ser pequeño tenía su encanto.
Con el paso del tiempo, el pequeño árbol comenzó a ver su belleza. Las pequeñas flores que brotaban de él eran hermosas. Las abejas zumbaban alrededor, llenándolo de vida. Los animales del bosque se acercaban a jugar y descansar en su sombra. El pequeño árbol sonrió al darse cuenta de que ya era especial.
Finalmente, el pequeño árbol entendió que no necesitaba ser gigante para ser valioso. Su tamaño le permitía ser parte de la comunidad del bosque. 'Soy feliz siendo pequeño', pensó. Y así, el árbol siguió creciendo, disfrutando de su vida y su lugar en el corazón del bosque.