28th Oct 2024
Un día brillante, un grupo de niños salió a explorar. El sol brillaba alto en el cielo y el aire olía a flores. De repente, encontraron un castillo mágico escondido detrás de unos árboles gigantes. Las paredes del castillo brillaban como estrellas, y una puerta dorada se abrió mágicamente. Los niños miraron asombrados.
Mientras los niños entraban al castillo, escucharon risas suaves y melodías encantadoras. En el gran salón, las hadas danzaban en el aire, sus alas destellaban con colores brillantes. Las criaturas mágicas invitaron a los niños a unirse a la fiesta. ¡Era un mundo de alegría y felicidad!
Las hadas ofrecieron a los niños deliciosos bocados de comida. Había pasteles de colores y jugos que brillaban como el oro. Cada bocado les daba energía y hacían que todos rieran y jugaran. Los niños se unieron a los juegos de las hadas y disfrutaron de cada momento.
Un hada llamada Lila, con su vestido rosa y alas moradas, llevó a los niños a un jardín secreto. Allí, flores cantaban y árboles bailaban. Los niños aprendieron a hablar con las flores y hacer magia ligera. Fue un momento mágico que nunca olvidarían.
Al final de la noche, las hadas les dieron a los niños recuerdos especiales. Un pequeño brillo para llevar a casa y recordar la fiesta. Los niños se despidieron de sus nuevos amigos con sonrisas. Sabían que habían vivido un día lleno de magia en el castillo de las hadas.