11th Dec 2024
"¡Hola, Julieta!" gritó su amigo, el monito. "¡Hoy vamos a explorar el mundo del helado!" "¡Sí!", respondió Julieta emocionada. Juntos, fueron al bosque donde vivía el Sr. Conejo, que tenía el helado más delicioso.
El Sr. Conejo salió de su casa con una gran sonrisa. "¡Bienvenidos, amigos!" dijo, mientras mostraba una nevera llena de helados de todos los sabores imaginables: fresa, chocolate, vainilla y hasta menta con chispas de chocolate.
"¿Cuál sabor quieres, Julieta?" preguntó el monito. "¡Quiero el de fresa!", gritó Julieta. El Sr. Conejo sirvió una bola de helado rojo brillante en un cucurucho. "¡Mmm, qué rico!" dijo Julieta mientras lamía su dulce helado.
"¡Ahora es tu turno!" dijo Julieta al monito. El monito eligió el helado de banana. "¡Me encanta!", dijo el monito, mientras se relamía felizmente.
"Vamos a jugar a la piscina de helados", propuso el Sr. Conejo. "¿Qué es eso?" preguntó Julieta. "Es una piscina llena de helado derretido donde podemos saltar y jugar.", explicó el conejo.
"¡Eso suena divertido!", dijo Julieta. Así que, todos se dirigieron a la piscina de helados. Al llegar, Julieta dio un salto y se zambulló en la piscina de helado de vainilla.
El monito y el Sr. Conejo saltaron detrás de ella. "¡Splash!" hizo el helado cuando aterrizaron. Todo el mundo reía mientras jugaban y hacían figuras con el helado.
"Mira, yo puedo hacer un helado en forma de estrella!", gritó el monito, mientras el Sr. Conejo hacía una figura de conejo en el helado derretido. Julieta no podía parar de reír.
Después de jugar un buen rato, Julieta miró al monito y al Sr. Conejo y dijo: "¡Gracias, amigos! Esta fue la mejor aventura del mundo del helado." Y así, felices, regresaron a casa, recordando siempre su divertida jornada.