28th Oct 2024
Era una noche estrellada, y los niños en el pueblo estaban listos para dormir. Todos soñaban con aventuras y cosas maravillosas. Pero esta noche era especial; el tren mágico llegó a la estación del pueblo. Su silueta brillaba con luces brillantes que danzaban en la oscuridad.
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Cuando el tren llegó, los niños se quedaron asombrados. El conductor del tren, un hombre de barba blanca y gorra azul, les sonrió. "¡Bienvenidos al tren de los sueños!" dijo con alegría. Cada niño subió a bordo, llenos de emoción. El tren emitió un silbido dulce y comenzamos a avanzar.
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El tren salió de la estación y cruzó campos de flores. Las flores brillaban como joyas bajo la luz de la luna. Los niños estaban emocionados al ver mariposas de colores volando alrededor del tren, danzando en el aire. ¡Era un espectáculo hermoso!
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De repente, el tren subió por una colina y llegó a un bosque encantado. Los árboles hablaban y las criaturas mágicas salieron a saludar. Hay un burro que bailaba y un gato que cantaba. Los niños rieron y aplaudieron, disfrutando de la diversión y la música.
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Después, el tren llegó a un lago de chocolate. Con cada bocado, el chocolate espeso y cremoso llenaba el aire de un aroma delicioso. Los niños brincaron felices y probaron el chocolate con risas. ¡Era un paraíso de dulces!
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Siguieron su viaje hacia una isla llena de juguetes gigantes. Los niños jugaron en toboganes de colores y montaron en caballitos de madera que galopaban alegres. Todo era magia, risa y diversión. A cada paso, había aventuras esperando ser vividas.
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Luego, el tren continuó hacia el cielo estrellado. Volaron sobre nubes suaves como algodones de azúcar. Los niños tocaron las estrellas y se hicieron amigos de las constelaciones. Era el sueño de todos: volar alto en el cielo y tocar las estrellas.
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En el camino de regreso, los niños conocieron a un mago que les enseñó trucos mágicos. Con un movimiento de su varita, hacía aparecer dulces y juguetes. Los niños estaban encantados y prometieron nunca olvidar su viaje.
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Finalmente, el tren mágico llevó a los niños de vuelta al pueblo. Ya era de mañana, y el sol brillaba en el cielo. Al despedirse, el conductor les dijo: "Recuerden, siempre que sueñen, el tren de los sueños volverá".
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Los niños se despertaron en sus camas, llenos de felicidad y aventuras en sus corazones. Sonrieron al recordar su viaje mágico y sabían que, en sus sueños, siempre podrían tomar el tren de nuevo.
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