28th Oct 2024
Había una vez un pequeño cohete llamado Coqui. Coqui era un cohete curioso, siempre soñando con aventuras en el espacio. Un día, decidió que era hora de volar para descubrir nuevos mundos. Con un gran rugido, ¡despegó hacia las estrellas!
El espacio era oscuro, pero lleno de luz. Coqui vio un planeta azul y decidió aterrizar. Allí encontró criaturas muy amigables: unos pequeños extraterrestres verdes con ojos grandes. "¡Hola, Coqui! ¡Bienvenido a Planeta Azul!" dijeron emocionados.
Coqui se sintió feliz de conocer a los extraterrestres. Ellos le mostraron cómo jugar en su planeta. Saltaron y rieron, corriendo entre flores de colores brillantes. Todo era hermoso, y Coqui se dio cuenta de que había hecho nuevos amigos.
Después, Coqui voló a otro planeta. Era un lugar lleno de colores, llamado Planeta Arcoíris. Allí las montañas eran moradas y los ríos rojos. De repente, vio un dragón verde volando. Coqui se acercó con cuidado y le preguntó si quería ser su amigo.
El dragón, llamado Draki, sonrió y dijo: "¡Claro! A todos les gusta tener amigos!" Coqui se sintió contento. Volaron juntos sobre montañas y ríos, riendo y disfrutando de la belleza del Planeta Arcoíris.
Mientras volaban, Coqui y Draki encontraron un planeta llamado Planeta Nube. Allí todo estaba cubierto por suaves nubes esponjosas. Jugaron a saltar de nube en nube, llenos de alegría y risas.
Coqui estaba aprendiendo que la amistad se encontraba en todas partes. En cada planeta visitado, hizo nuevos amigos. "¡Cada uno de ustedes es especial!" dijo Coqui emocionado, recordando sus aventuras juntos.
Finalmente, llegó a casa. Aterrizó en su lugar, lleno de aventuras y nuevos amigos. Coqui miró hacia el cielo y sonrió, pensando en todos los planetas que había visitado.
Así, el pequeño cohete Coqui siguió soñando. Sabía que siempre podría volver a visitar a sus amigos intergalácticos. El espacio estaba lleno de maravillas y amistades, y eso lo hacía muy feliz.
Fin. El viajero curioso siempre encuentra amigos aunque esté lejos.