7th Oct 2024
En una ciudad donde el viento susurra, los niños nacen con un poder artístico. Nicolás es especial, controla el aire, suave como una pluma, fuerte como un río. Él sueña con ser el mejor, en un torneo que llega, lleno de emoción y alegría, así como de gran energía.
El torneo se acerca, los amigos se preparan, de fuego, agua y tierra, juntos se unirán. En un gran campo, bajo el sol brillante, los cuatro elementos lucharán, todos llenos de orgullo, cada uno brillará.
Los competidores llegan, llenos de valor, Nicolás respira hondo, su corazón es un tambor. Aprende de su maestro, en el arte de fluir, controlando la brisa, quiere sobresalir.
Poco a poco, el aire responde a su tono, gira y se mueve, como un hermoso dron. Pero él sabe que solo no puede ganar, necesita a los demás, juntos brillarán.
La primera prueba llega, es hora de mostrar, Nicolás y su equipo deben trabajar. Fuego y aire, agua y tierra, todos en armonía, deben unirse, como una sinfonía.
De repente, una sombra oscura aparece, amenazando su hogar, niños llenos de tristeza. Nicolás grita fuerte, su voz como un trueno, '¡Juntos venceremos, nunca habrá un freno!'.
Los cuatro se unen, cada uno en su papel, fuego ilumina, agua da fe, tierra sostiene, y aire brinda calma, trabajando juntos, sintiendo su alma.
La amenaza se va, la naturaleza respira, juntos lograron, con amor se inspira. El torneo culmina, y con risas y canto, Nicolás aprende que en equipo hay encanto.
Al final del día, se sienten victoriosos, el guardián de la naturaleza, en el amor son poderosos. Nicolás sonríe, con el aire a su lado, su fuerza es la unidad, nunca estará aislado.
Y así en la ciudad, cada niño con su elemento, comparte, aprende, y siente el viento. En armonía vivirán, juntos en su andar, cuidando la naturaleza, siempre con amar.