28th Oct 2024
Había una vez un sabio jardinero llamado Don Manuel. Él tenía un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores. Un día, un grupo de niños curiosos decidió visitar a Don Manuel. Querían aprender sobre el jardín y sus secretos mágicos.
Don Manuel sonrió y les dijo: “El jardín es un lugar especial. Cada planta y cada flor tienen su propia historia.” Los niños observaron asombrados mientras el jardinero les mostraba cómo regar las plantas y cuidar del suelo. Aprendieron que las plantas necesitan amor y atención para crecer fuertes.
Los niños ayudaron a Don Manuel a plantar semillas. “Así es como comienza la magia,” dijo él. “Con solo un poco de agua y sol, la vida florece. Esta es la importancia de cuidar la naturaleza,” explicó mientras sus manos llenas de tierra ilustraban su sabiduría.
Un día, mientras trabajaban, los niños encontraron una mariposa atrapada en una telaraña. “¡Debemos ayudarla!” gritaron. Don Manuel les enseñó a liberar a la mariposa con cuidado. “Así como ayudamos a la mariposa, debemos cuidar a todos los seres vivos,” les dijo, su voz suave como una brisa.
Al final del día, los niños aprendieron no solo sobre jardinería, sino también sobre respeto y amor por la naturaleza. Se despidieron de Don Manuel con sonrisas y corazones llenos de alegría, prometiendo cuidar de su propio jardín en casa.