27th Aug 2024
Había una vez un perro llamado Max. Max era un perro muy curioso y le encantaba aprender cosas nuevas. Todos los días, se sentaba junto a su dueño, el niño Pablo, mientras este hacía su tarea en la mesa.
Un día, Pablo trajo a casa un libro sobre el espacio. Max miraba con atención cómo Pablo leía sobre planetas y estrellas. Max quería saber más, así que empezó a ladrar para llamar la atención de Pablo.
Pablo decidió enseñarle a Max sobre el espacio. Juntos, hicieron un proyecto escolar, creando un cartel con dibujos de planetas. Mientras Pablo dibujaba, Max lo miraba y lamía sus manos, emocionado por aprender.
Cuando llegó el día de la presentación, Max acompañó a Pablo a la escuela. Todos los niños se sorprendieron al ver a un perro participante. Max se sentó junto a Pablo y escuchó atentamente mientras él hablaba sobre su proyecto.
Al final, el profesor felicitó a Max y Pablo por su gran trabajo. Max se sintió muy feliz, ladrando alegremente. Desde ese día, Max fue conocido como 'el perro estudioso' y siempre ayudaba a Pablo con sus tareas.