30th Oct 2024
Había una vez un niño de cinco años llamado Lucas. Él era curioso y le encantaba explorar. Un día, mientras caminaba con su familia en el Amazonas, se distrajo y se perdió entre los árboles altos y las plantas verdes. Lucas miró a su alrededor y sintió miedo, pero también emoción por la aventura.
Lucas vio animales que nunca había visto. Un lindo tucán con plumas coloridas voló cerca de él. "Hola, pequeño amigo", dijo el tucán. "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar el camino de regreso a casa." Lucas sonrió, se sintió un poco más valiente y decidió seguir al tucán.
Mientras caminaban, encontraron un río brillante. El agua era clara y reflejaba el cielo azul. Lucas y el tucán se sentaron en la orilla. "¿Quieres que hagamos una barca de hojas?", preguntó el tucán. Lucas asintió feliz y juntos construyeron una barca pequeña y ligera.
Navegaron por el río, cuidando de no caer al agua. De repente, vieron a un grupo de monos juguetones en los árboles. "¡Mira!", gritó Lucas riendo. Los monos bajaron y comenzaron a jugar con ellos, haciendo reír a Lucas aún más. Se divirtieron juntos hasta que el sol empezó a ponerse.
Finalmente, el tucán llevó a Lucas a un claro donde se veía a su familia buscándolo. Lucas corrió hacia ellos y los abrazó con fuerza. Su corazón estaba lleno de alegría por la aventura que había vivido, pero también estaba feliz de estar en casa otra vez.