28th Oct 2024
Había una vez un lobo diferente llamado Luis. Él no quería asustar a las ovejas, quería hacer amigos. Luis miraba desde la distancia cómo jugaban las ovejas en el prado. Un día decidió acercarse y saludar con una gran sonrisa.
Luis se encontró con una oveja llamada Olivia. Olivia era blanca como la nieve y tenía una gran curiosidad. Cuando Luis se presentó, ella se asustó al principio, pero vio que Luis sonreía. Entonces, Olivia decidió ser valiente.
Luis le explicó a Olivia que no todos los lobos eran malos. Él quería jugar y disfrutar del día. Olivia escuchó atentamente y, poco a poco, su miedo desapareció. Juntos comenzaron a explorar el prado lleno de flores y mariposas.
Los dos hicieron carreras y jugaban a esconderse. Olivia enseñó a Luis cómo saltar alto y él le mostró cómo aullar a la luna. Pronto, otros animales vieron a Luis y Olivia jugando juntos y se acercaron.
Los animales se dieron cuenta de que la amistad es más fuerte que el miedo. Una ardilla y un conejo se unieron a ellos para jugar. Entre risas y juegos, se olvidaron de las diferencias. El lobo y la oveja compartían alegría.
Mientras jugaban, un día llegó el gran gato montés, que era conocido por ser temido por todos. Pero Luis y Olivia no se asustaron. Luis, con su gran corazón, decidió acercarse al gato y presentarse.
El gato montés sorprendido por la valentía de Luis, se unió al grupo. Pronto se convirtió en su amigo. Luis les enseñó que no debían juzgar a los demás por cómo se veían. Lo importante era el corazón de cada uno.
Así, en el prado, los amigos de Luis no eran solo ovejas. Había conejos, ardillas y hasta el gato montés. Todos jugaban unidos, disfrutando de la amistad. Aprendieron que las diferencias no importaban.
Con el tiempo, el prado se llenó de risas y amor. A Luis el lobo ya no le llamaban diferente, le decían amigo. La amistad floreció como las flores del prado, llenando sus días de felicidad.
Y así, Luis y sus amigos, demostraron que la amistad puede romper cualquier barrera. Vivieron felices, jugando y compartiendo, con un lobo diferente que solo quería ser amigo.