28th Oct 2024
Era un hermoso día en el campo. El sol brillaba en el cielo, pero el sol se sentía cansado y decidió descansar. Dijo: "Hoy no quiero brillar, necesito un día para relajarme". Los animales del campo miraron al cielo y se preguntaron qué pasaría sin el sol.
Las flores se cerraron y los pájaros dejaron de cantar. El pequeño conejo, que tenía una idea brillante, dijo: "¡Hagamos una fiesta en la sombra!" Todos los animales aplaudieron y comenzaron a organizarse.
La ardilla trajo nueces, el ciervo llevó frutas y el ratón trajo queso. Todos estaban muy emocionados y preparando todo mientras el sol dormía en su nube esponjosa. Se sentían felices, aunque el sol no estuviera brillando.
Mientras tanto, el pato se deslizó en el lago. Dijo: "¿Por qué no nadamos y jugamos en el agua?" Todos se unieron y se chapotearon, haciendo ondas y ruidos divertidos.
El signo del sol comenzaba a despertar. Al escuchar las risas, se asomó un poco. Vio a los animales disfrutando y decidió unirse a ellos. Entonces, el sol preguntó: "¿Qué están haciendo mis amigos sin mí?"
Los animales le explicaron sobre la fiesta en la sombra. El sol sonrió y le dijo que se unieran a él. Dijo: "¡Nademos juntos en el lago!" Los animales saltaron al agua, rodeados de risas y alegría.
La fiesta se volvió más grande, todos comenzaron a bailar al ritmo de las olas. Los pájaros regresaron a cantar y las flores abrieron sus pétalos. El sol, al ver tanta felicidad, decidió brillar con más fuerza.
Al final del día, el sol había recuperado su energía. Dijo a sus amigos: "Esto fue muy divertido, gracias por dejarme descansar y por hacerme sentir tan querido". Los animales aplaudieron con alegría, felices de tener de vuelta a su sol.
Desde entonces, el sol decidió que algunos días podría relajarse. Y los animales siempre tendrían soluciones divertidas para mantenerse felices. Así, todos vivieron en armonía en el maravilloso campo.
Y cuando el sol realmente necesitaba descansar, todos sabían juntar sus risas y alegría para que cada día fuera especial.