28th Oct 2024
Había una vez un búho curioso llamado Oliver. Oliver vivía en un árbol alto, en un bosque lleno de colores y sonidos. Un día, vio un libro en la mesa de un campista y sintió un gran deseo de aprender a leer. "¿Qué serán esas letras?", pensó Oliver, llenándose de entusiasmo.
Oliver voló por el bosque, buscando a alguien que pudiera ayudarlo. De repente, encontró a su amigo el erizo, Hugo. Hugo era un erizo amigable que sabía muchas historias. Oliver le contó su sueño y Hugo sonrió, "¡Vamos a buscar libros juntos!"
Juntos, se adentraron en el bosque, donde encontraron libros escondidos entre las hojas y ramas. Había cuentos de aventuras, poemas y secretos de la naturaleza. Cada libro que encontraban emocionaba a Oliver más y más. "¡Las palabras son mágicas!", exclamó Oliver.
A medida que leían juntos, Oliver empezó a reconocer letras y palabras. Con cada página, se sumergía en nuevos mundos llenos de imaginación y sueños. "Esto es increíble, Hugo!", gritó el búho mientras volaba de felicidad, cantando al ritmo de las palabras de los libros.
Finalmente, Oliver se convirtió en un gran lector. Ya no solo miraba los libros, sino que les daba vida con su voz. Agradecido con Hugo, compartió sus historias con todos los animales del bosque. Todos escuchaban atentos, llenos de asombro y alegría, mientras el búho leía en voz alta bajo la luz de la luna.