28th Oct 2024
Había un árbol mágico en el bosque. El árbol se llamaba El Árbol de los Deseos. Era un árbol muy alto con hojas brillantes y flores coloridas. Los niños que cuidaban de el árbol recibían deseos especiales.
Un día, un niño llamado Tomás encontró el árbol. Tomás era un niño cariñoso que siempre recogía basura en el bosque. Vio cómo el árbol se veía triste y decidió ayudarlo.
Tomás le dio agua al árbol y limpió su alrededor. "¡Gracias, Tomás!" dijo el árbol con una voz suave. "Yo puedo cumplir un deseo!" Tomás pensó mucho.
Finalmente, Tomás pidió un deseo. "Quiero que todos los niños cuiden de la naturaleza como yo!" El árbol sonrió y sus hojas brillaron más que nunca.
Al día siguiente, todos los niños llegaron al bosque. Vieron el mágico árbol y escucharon su historia. Decidieron cuidar el bosque también.
Plantaron flores y árboles nuevos. Limpiaron el camino y jugaron felices. El árbol sonreía al ver a los niños cuidar de la naturaleza.
Los días pasaron y los deseos del árbol se cumplieron. Los niños tuvieron más amigos y la naturaleza se volvió más hermosa.
Tomás siempre visitaba el árbol. Cada vez que llegaba, el árbol le daba un pequeño regalo. A veces era una piedra brillante o una flor especial.
Un día, el árbol le dijo a Tomás: "Eres un gran amigo. Gracias por cuidar de mí y de la naturaleza." Tomás sonrió feliz.
Tomás sabía que cualquier deseo que pidiera el árbol se haría realidad, siempre que cuidara de él. Y así, todos los niños aprendieron a amar la naturaleza.